OTRO ACCIDENTE MORTAL, OTRA VICTIMA DE LA PRECARIEDAD.

Otro compañero de Correos ha fallecido en Elorrio, mientras trabajaba.  Empezó a trabajar por primera vez el 20 de Noviembre. Eventual, sin experiencia y en un entorno laboral con cargas de trabajo difícilmente asumibles. Un cóctel explosivo. Demasiado para cualquiera, especialmente para quienes no han tenido la oportunidad de adquirir la experiencia para desarrollar su trabajo con la seguridad necesaria.

Aún sin conocer más detalles de cómo ha sido el accidente, nos atrevemos a afirmar que no es casualidad que el fallecido sea eventual, como lo era la compañera que falleció hace cuatro meses en Gasteiz. Dos trabjadorxs en 4 meses.

¿Fatalidad? ¿Triste coincidencia? Las estadísticas nos dicen que el índice de siniestralidad laboral se ha disparado en paralelo a la precariedad laboral. Hay que insistir en que la precariedad impone ritmos de trabajo inhumanos y que el miedo a la exclusión laboral, empuja a las personas a no cuestionar en qué condiciones están trabajando, olvidando que lo más valioso que tienen es su salud, su vida y su libertad.

No hay ningún trabajo, ni ningún salario, que merezca una vida.

Por lxs asesinadxs por la precariedad, no sólo un minuto de silencio, sino toda una vida de lucha. Los protocolos de Prevención de Riesgos Laborales, que no son otra cosa que papel mojado, no van a evitar que los accidentes mortales sigan repitiéndose; si no acabamos con la precariedad y con quienes la imponen, no acabaremos con las muertes en el trabajo.

CONTRA LA PRECARIEDAD ASESINA

ORGANIZACIÓN Y AUTOGESTIÓN.